Con el fin de familiarizar a los jóvenes con las nuevas tecnologías y prepararlos para un mercado en crecimiento, las escuelas han incluido la robótica y la programación en sus planes de estudio.La iniciativa ha venido principalmente de escuelas privadas de la región Sudeste.Los cursos de programación y robótica se ofrecen, la mayoría de las veces, como una opción, lo que no significa salas vacías.Los estudiantes que pretenden rendir exámenes de ingreso a carreras afines al área de Ciencias Exactas y Tecnología son los más interesados ​​en las materias.Entre las escuelas que ofrecen las materias está el Colégio IBPI, en Río de Janeiro.Ubicada en Barra da Tijuca, la institución cuenta con un Club de Tecnología donde los alumnos aprenden sobre juegos, robótica y programación.La universidad también enseña una disciplina de algoritmo y lógica de programación, que utiliza dos herramientas: bitmine y planetary binarium, términos técnicos de robótica.En São Paulo, la Escola Móbile ofrece clases de robótica a sus alumnos desde 2013, en el ciclo regular.El profesor de física Gabriel Amorim es quien imparte las clases a través de la disciplina Engenhocas.“Teníamos una asignatura de robótica y decidimos cambiarla y definir dos asignaturas, una para el 1° año y otra para el 2° año, que se llama Engenhocas I y II” - dice el profesor.En el primer año se ofrece como opción la asignatura Engenhocas I. En esta asignatura se trabaja básicamente en proyectos utilizando la metodología denominada PPR (lenguaje específico de programación).El objetivo es desarrollar el tema del trabajo colaborativo entre los participantes, trabajo en grupo desde la primera hasta la última clase en la ejecución de proyectos.El participante primero aprende cuánto es necesario saber trabajar en grupo y, más tarde, aprende a utilizar las diversas herramientas que se ofrecen en lo que la escuela llama el Maker Space, donde hay un área para una impresora 3D, cortadora láser, entre otros.Tras esta etapa, los alumnos pueden elegir la asignatura Gadgets II, en la que ya se introduce un poco más de robótica.Generalmente, los estudiantes que se interesan por esta disciplina son aquellos que pretenden estudiar Ingeniería.No pares ahora... Hay más después de la publicidad ;)En IBPI se reformuló el Club de Tecnología con lineamientos para la implementación del Nuevo Liceo.El profesor Milton Bezerra, director de la escuela y coordinador del club, dice que la clase se divide en equipos, según el nivel de los alumnos, que trabajan en proyectos de complejidad creciente.En los Games Workshops, por ejemplo, se enseña software específico para el desarrollo de juegos.Los alumnos pueden desarrollar juegos desde la primera clase.En el taller de robótica, se adopta un método "práctico", en el que los grupos desarrollan proyectos complejos utilizando Arduino, una plataforma de creación de prototipos electrónicos de hardware libre y de placa única.“La propuesta de la escuela es permitir que los estudiantes se familiaricen con contenidos tecnológicos durante la secundaria que les serán útiles en su formación profesional”, explica el director Milton.En Escola Móbile, las disciplinas relacionadas con la robótica se desarrollan en grupos.De hecho, la disposición geográfica de las sillas en el aula es diferente a la de un aula convencional.Las sillas no están alineadas, sino dispuestas alrededor de una mesa de cuatro plazas.En la escuela de São Paulo, hay ocho mesas de cuatro personas, con los grupos trabajando juntos.“Usamos la robótica no como un contexto en sí mismo, sino también como una herramienta para que hagan proyectos cada vez más complejos e interesantes.Aprenderán, por ejemplo, cómo funciona una impresora 3D en la práctica, sin presentaciones de diapositivas.Lo que solemos hacer es mostrar un tutorial y los estudiantes tienen que completar el tutorial.Aprenden y hacen durante la tutoría”, enfatiza el profesor Gabriel.El docente de robótica refuerza que uno de los objetivos de la disciplina es que el estudiante no dependa del docente, provocando que deje de cumplir ese rol de poseedor del conocimiento y se convierta en una persona que ayuda al trabajo del grupo.Gabriel aún completa la explicación de la importancia de la robótica, afirmando que no es solo una herramienta para construir algo, sino una forma de pensar.Según el profesor, los conceptos de robótica ayudan al estudiante a resolver problemas mucho más complejos que los que eventualmente encontrará en la universidad y en el mercado laboral.“En robótica, los estudiantes aprenden a trabajar mejor en grupo, a relacionarse mejor entre ellos, porque en el mercado laboral no encuentran a nadie trabajando solo”.(Gabriel Amorim, profesor de física en Escola Móbile)El proyecto RoboLab – Conectando la Educación para el Futuro, creado por Mais Unidos y Qualcomm, en asociación con la Secretaría de Educación del Estado de São Paulo, lleva desde 2018 clases de robótica a las escuelas públicas de São Paulo.El propósito de Robolab es promover el aprendizaje del lenguaje de máquina, o lo que ellos llaman alfabetización digital, en estudiantes de escuelas públicas, mediante el uso de dispositivos conectados a internet de alta velocidad.El proyecto viene trabajando con la perspectiva de incentivar a las escuelas públicas a incluir materias de computación en el currículo escolar.Se seleccionaron diez escuelas de la red estatal.Los maestros de cada una de estas escuelas están capacitados para impartir clases y talleres sobre pensamiento computacional y robótica a estudiantes de primaria y secundaria.Al final del año, los estudiantes participan en una competencia que premia los proyectos de robótica con las ideas más creativas e innovadoras.Cada una de las escuelas cuenta con un laboratorio de robótica equipado con dispositivos y herramientas conectados a la red de banda ancha móvil 4G.